EN ALEMANIA ORIENTAL
Edgardo Malaspina
1
Arkadi Petrovich Ignatov ,
nuestro profesor guía, me saludó y dijo: Te tengo en la lista; y sin darme
tiempo de indagar sobre semejante afirmación suspicaz y ambigua, agregó: es
para un viaje a Alemania. Visitarán instituciones hospitalarias con algunos de sus
profesores, se tomará en cuenta como parte de sus prácticas médicas de este
año. Demás está decir que no había que pensar nada.
2
El profesor Eugenio Marev y la
profesora Nina Ermolova, ambos de la Cátedra de Obstetricia y Ginecología, fueron
nuestros tutores durante el viaje.
Al llegar a Berlín lo primero
que visitamos fue el Centro de Cardiología de la República democrática Alemana;
luego salimos de paseo. Teníamos ganas de ver el famoso muro de Berlín de
cerca. Confieso que su construcción me pareció una simple pared de bloques, con
tramos no muy altos, aparentemente. Su panorámica general desencanta porque sus dimensiones contrastaban con su fama y
propaganda. Bueno, eso pensé en aquella época.
3
En Leipzig fuimos a los institutos de terapia, cirugía,
endocrinología, pediatría, urología, reanimación, obstetricia y ginecología.
Fue una gran experiencia. En esta ciudad nos hospedamos en las residencias de
su universidad. En la plaza Naschmark
está una estatua de Goethe, quien estudió aquí.
4
Yo había leído el Fausto de Goethe
y me emocionaba con la primera parte del libro, en uno de cuyos capítulos se
dice que el propio diablo se sentó a beber vino en el Bodegón de Auerbach. Por
eso me alegré mucho cuando nos dijeron que visitaríamos ese lugar.
5
La información sobre Auerbach y
Goethe es la siguiente:
“El joven Goethe a menudo
visitaba la bodega de Auerbach mientras estudiaba en la Universidad de Leipzig
de 1765 a 1768 y lo llamó su bar de vinos favorito. Vio allí dos pinturas en
madera que datan de 1625, una que representa al legendario mago y astrólogo
Johann Georg Faust bebiendo con estudiantes y la otra que lo muestra saliendo
por la puerta a horcajadas en un barril de vino, algo que solo pudo haber
logrado con la ayuda del Diablo. . Goethe ya estaba familiarizado con la
leyenda de Fausto desde su juventud, ya que un espectáculo de títeres Dr.
Fausto se realizaba con frecuencia en ferias locales. La escena La bodega de
Auerbach en Leipzig en su drama Fausto I es su monumento literario a su taberna
estudiantil y a la ciudad”.
6
En el Bodegón de Auerbach de Leipzig, visitado
muchas veces por Goethe, como ya se dijo, aconteció la reunión de los alegres
compañeros narrada en el Fausto. Froseh, Blandes, Siebel ,Altmayer, Fausto y Mefistófeles conversaban en el bar y
bebían vino directamente de unos
barriles.
El lugar está decorado con pinturas y
esculturas relativas a esa escena y sirven vino champañizado en botellas pequeñas para los visitantes. Esas
botellas las bebíamos como si fueran cervezas, y se van rápido a la cabeza. Al
rato ya nos creíamos el propio Mefistófeles.
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